Homenaje a VÁZQUEZ MONTALBÁN

HOMENAJE A VÁZQUEZ MONTALBÁN.
Pescado a la manera de Casa Leopoldo.
José María Barbado López • may. 18, 2020


Hace poco resaltamos la figura de Andrea Camilleri y de su personaje de ficción, el comisario Montalbano.

Explicamos que el célebre policía siciliano debe su apellido al gran amigo de Camilleri, el escritor español Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939 - Bangkok, Tailandia, 2003), "periodista, novelista, poeta, ensayista, antólogo, prologuista, humorista, crítico, gastrónomo, culé” quien, entre muchos otros libros, fue el creador de una serie detectivesca que tiene por protagonista a Pepe Carvalho, un heterodoxo detective privado, buen gourmet y excelente cocinero. 

“La Soledad del manager”, “Asesinato en el Comité Central”, “Yo maté a Kennedy”, “La rosa de Alejandría”, “Los mares del Sur”… son algunos de los títulos que sin duda serán unos excelentes acompañantes en los días de confinamiento, y también fuera de ellos. Todo un referente del género. 

Pescado a la manera de Casa Leopoldo 

Casa Leopoldo fue uno de los restaurantes de referencia en las novelas de Pepe Carvalho. Fue una casa de comidas muy conocido del barrio del Raval, muy cerca de las Ramblas, desde 1936 hasta que cerró en 2015. Yo tuve la suerte de haber comido allí allá por los años noventa. En 2017 volvió a abrir de la mano de sus nuevos propietarios, renovándose en 2019 al parecer, según su página web, intentando mantener las esencias de lo que fue el local en sus mejores tiempos. Habrá que comprobarlo.

 Del libro “HISTORIAS DE PADRES E HIJOS” se extrae esta sencillísima receta que tiene pocos ingredientes y una preparación aparentemente fácil. Como dice en el libro “Las recetas de Carvalho”, que reproduzco a continuación: “La gracia de este pescado está en el punto de cocción”

- 1 dorada o 1 turbot o cualquier pescado de carne dura y no excesivamente ancho; 
- sal y pimienta;
- aceite.   
Se abre por la mitad, se salpimenta y se asa en una plancha muy caliente, para darle un tueste de superficie tanto por la piel como por la parte carnosa.    

Luego se introduce en un horno muy caliente, apenas cinco minutos, para que acabe de cocerse.    
Se quitan las espinas y se sirve tal cual”

Para acompañamiento me he tomado la libertad de hacer unas patatas en rodajas de medio cm. de anchas, salpimentarlas, y con un chorrito de aceite por encima, introducirlas en una fuente y hornearlas a 190 grados durante treinta minutos. Estas patatas servirán de cama al pescado que se introducirá después durante los cinco minutos que especifica la receta. 


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