A mis padres

A mis padres 

 INÉS LÓPEZ (1929-2010)           CASIMIRO BARBADO (1916-2007)


Mis padres, al morir, no nos dejaron una fortuna: tan solo la casa donde vivieron y donde disfrutamos tantos años en memorables jornadas familiares, además de una sordera genética que heredé de mi padre, marca de su familia materna.

Pero lo más valioso de su legado ha sido el sentido de honestidad y de vivir conforme a la rectitud de los sentimientos y de las ideas, puestas al servicio de los demás. Algo que hoy, desgraciadamente está poco valorado pero que guardaré siempre como un tesoro moral, intelectual y sentimental al que nunca renunciaré.

No puedo dejar de plasmar aquí el poema que, en su libro “Poesía Escondida y Desperdigada” dedica a sus padres, mis abuelos:


“A MIS QUERIDÍSIMOS PADRES


En un mismo nicho

del cementerio nuevo y pequeño

que, para sus muertos,

se afana en mantener siempre muy limpio

el pueblecito abulense

que, en su regazo, os vio crecer

y casar

y morir,

yacéis juntos

como siempre anduvisteis en la vida;

sólo que

hechos, ya, polvo y recuerdo.

Recuerdo que,

a pesar de los años transcurridos,

llamada sigue siendo que, imperiosa,

me exige que el reencuentro

con vuestra historia dormida

no se interrumpa

ni degenere en olvido

heredero oprobioso del silencio.


Por eso, 

los días que vivir puedo en el pueblo,

me acerco hasta vosotros;

y, en llegando

ante el nicho en que yacen vuestros cuerpos

-hechos ya polvo y recuerdo-

deposito:

mi oración, unas flores y dos besos.


Y después,

releyendo la historia que, dormida,

subyace en vuestros cuerpos

-que en tanto en que no reciban nueva vida

Sólo son polvo y recuerdo-

me extasío

escuchando el poema ilusionado

que, juntos compusisteis sin versos:

con sólo vuestro amor y sacrificio;

con sólo vuestro amor y sufrimiento.


Finalmente

apurado el encanto y el embrujo

de nuestro reencuentro,

me voy y os dejo a solas,

con los otros muertos.

Y así…

uno a uno, pasando van los días

y los reencuentros.”



Mi padre, maestro vocacional y viejo luchador por la República, aunque esté feo decirlo por parte de un hijo, fue un ejemplo de pundonor personal y profesional, incluso bajo el yugo franquista. Plasmó sus impresiones y vivencias en tres libros que aunque son difíciles de encontrar, estoy dispuesto a hacer llegar de alguna forma a quien me los pida:



“Por los pueblos de la Serena y Siberia Extremeñas”  (descarga gratuita) surge de su experiencia docente por los pueblos extremeños durante veintidós años. En Cabeza del Buey, entonces sede de la inspección comarcal, desarrolló su labor, fruto de la cual surgieron las tres Escuelas Hogar que tanta importancia tuvieron en las familias trabajadoras de ambas comarcas y a veces de la zona de Llerena; tanto, que hoy existe una asociación de amigos de las Escuelas Hogar que perpetúa la memoria de estas instituciones.

Su labor se vio recompensada con el nombramiento de hijo adoptivo de Cabeza del Buey, la biblioteca que lleva su nombre, el gran homenaje de toda la comarca con motivo de su jubilación y la petición unánime de colegios y ayuntamientos de todos los pueblos, de la cruz de Alfonso X; galardón que no llegó debido a su pasado de  luchador antifranquista.

Para saber más de él, haz click en el siguiente enlace de wikipedia


Libro que recoge su experiencia vital como hijo de jornalero, poeta, maestro,  trabajador de la enseñanza, alcalde y senador.

Firma en Cabeza del Buey de ejemplares de “Poesía Escondida Y Desperdigada” (descarga gratuita)


De sus fantasías literarias: "Chiflados, majaretas y bobalicones" (descarga gratuita)


La complicidad de mis padres, una vez se conocieron, allá por los últimos años de la década de los cuarenta del pasado siglo, se mantuvo durante todos los años que estuvieron juntos. Para mí fueron la pareja ideal. 

Mi madre, una vez que mi padre murió, continuó su obra de entrega a los intereses comunes en el pueblecito natal de mi padre, Santa Cruz del Valle, donde ejerció como teniente de alcalde (alcaldesa en la práctica) hasta el mismo momento en que falleció. El pueblo no supo valorar una dedicación que tal vez fue la que terminó con su vida. 


Homenaje del pueblo de Cabeza del Buey y las comarcas del Este de Badajoz en el cine España de Cabeza del Buey (1985)

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